Eva se encontraba atrapada en una relación dolorosa con Pablo , un hombre narcisista que constantemente minaba su autoestima y bienestar emocional. Desesperada por entender por qué siempre atraía este tipo de relaciones tóxicas, decidió probar la terapia de vidas pasadas.
Durante la primera sesión, Eva fue guiada a un estado profundo de relajación. Mientras exploraba sus vidas anteriores, surgió una visión impactante: en una vida pasada, Eva había sido una mujer poderosa pero extremadamente controladora, que había ejercido una gran influencia negativa sobre su pareja de entonces, sometiéndolo a constantes manipulaciones.
A medida que avanzaba la terapia, otra vida pasada se reveló. En esta vida, Eva había sido una joven sumisa y dependiente, casada con un hombre autoritario que la trataba con desprecio. Estas experiencias acumuladas de vidas pasadas mostraban un patrón claro de desequilibrio de poder en sus relaciones, alternando entre ser la opresora y la oprimida.
Con esta comprensión, Eva empezó a sanar. Reconocer estos patrones le permitió liberarse de culpas y resentimientos que no sabía que cargaba. La terapia le ofreció una nueva perspectiva, ayudándola a ver que tenía el poder de romper este ciclo. Trabajando con su conmigo , Eva comenzó a reconstruir su autoestima y a establecer límites saludables.
En las sesiones siguientes, Eva practicó técnicas de autoafirmación y visualización, empoderándose para atraer relaciones basadas en el respeto y la igualdad. Aprendió a identificar y alejarse de comportamientos narcisistas, tanto en otros como en ella misma, y a elegir parejas que reflejaran su nuevo estado de equilibrio emocional.
Finalmente, Eva experimentó una transformación profunda. No solo logró salir de su relación con Pablo, sino que también atrajo a su vida una pareja nueva y saludable, con quien comparte una relación basada en el amor y el respeto mutuo.
La terapia de vidas pasadas no solo le permitió entender por qué atraía relaciones tóxicas, sino que también le dio las herramientas para sanar y cambiar su patrón relacional. Hoy, Eva vive en paz, libre de los fantasmas del pasado, y con un futuro lleno de posibilidades positivas.
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