Hoy desperté con una frase resonando en mi mente, como un eco profundo que no podía ignorar. Era una enseñanza de mi profesor Dimassi: «Salir de las bohardillas.» Con estas palabras, nos invitaba a compartir con el mundo lo que sabíamos, lo que habíamos aprendido. Nos impulsaba a no quedarnos en la sombra del conocimiento, sino a iluminar con él a quienes nos rodean.
Vivimos en una era en la que cada vez más profesionales de la salud hablan de energías, metafísica y vibraciones. Algo que antes era visto con escepticismo, hoy se ha convertido en tendencia. Pero llevamos años estudiando, practicando y enseñando estos conocimientos, mucho antes de que se pusieran de moda. No necesitamos que ahora otros lo validen para saber su poder y profundidad. Sin embargo, es el momento de alzar la voz y reclamar nuestro lugar.
Desde hace años, me he dedicado profesionalmente a la sanación energética integral, explorando y perfeccionando distintas técnicas como el Reiki, Mindfulness y Reducción del Estrés, Psicología Positiva para el Bienestar Emocional y Mental. Como Terapeuta Integral y Guía Espiritual, he trabajado con numerosas personas, acompañándolas en su proceso de sanación y autoconocimiento. Cada sesión, cada enseñanza impartida, cada experiencia compartida ha fortalecido mi compromiso con esta práctica y con quienes buscan equilibrio y bienestar.
Recuerdo mis primeros alumnos de Reiki. Uno en particular me marcó con sus palabras: «Me siento un poco mal. Siento que al impartir este conocimiento, podría estar traicionándote. Es tanto lo que me has dado, que me sabría muy mal.»
Le respondí con total certeza: «Al contrario. Estamos aquí para llevar luz a más gente. Aunque estuvieras frente a mí dando Reiki, no me quitarías clientes, sino que juntos abarcaríamos a muchos más.»
Porque así es. Cada uno de nosotros vibra en una frecuencia única, tiene un tono de voz particular, una forma especial de transmitir su conocimiento. Y hay alguien allá fuera esperando precisamente esa vibración, esa voz, ese mensaje que solo tú puedes dar.
Si hasta ahora has compartido tu conocimiento en círculos reducidos, donde solo de boca en boca se transmitía lo aprendido, te animo a dar un paso más. Sal de las bohardillas. No se trata de exponerlo todo, sino de permitir que quienes buscan esa luz puedan encontrarla. Llevas años preparándote, perfeccionándote y practicando. No dejes que la validación externa te haga dudar de tu propio conocimiento. El mundo necesita tu sabiduría, tu experiencia, tu esencia.
🔥 Es momento de que el mundo te escuche. No esperes más. Comparte lo que sabes. Tu voz importa. Tu conocimiento transforma. Tu luz multiplica. 🔥