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En el transcurso de la práctica terapéutica, algunos profesionales experimentan fenómenos que van más allá de lo convencional. Estos pueden incluir la aparición inesperada de habilidades mediúmnicas, un despertar que puede resultar desconcertante, especialmente cuando las entidades espirituales buscan comunicarse a través del terapeuta para transmitir mensajes importantes a sus consultantes.

La Mediumnidad: Un Puente Entre Dos Mundos

La mediumnidad se define como la capacidad de un ser humano para servir como intermediario entre el mundo material y el espiritual. Esta habilidad permite la comunicación con entidades que ya no habitan en el plano físico. Se puede manifestar de diversas formas, como la audición de voces, la percepción de imágenes, sensaciones o incluso emociones ajenas. Es crucial señalar que, aunque está relacionada con la espiritualidad, la mediumnidad no debe confundirse con el espiritismo, que es una doctrina específica.

El Despertar Inesperado en la Práctica Terapéutica

Para muchos terapeutas, la mediumnidad puede surgir de manera inesperada. En algunos casos, es durante las sesiones de terapia que, sin buscarlo, el profesional percibe la presencia de entidades que desean transmitir mensajes a los consultantes. Este despertar puede ser una experiencia abrumadora, que requiere de una profunda adaptación personal y profesional.

Como terapeuta, a lo largo de los años he acompañado a muchos pacientes en su proceso de crecimiento personal y sanación emocional. He utilizado herramientas como la psicoterapia, el mindfulness, la terapia regresiva y la medicina bioenergética. Sin embargo, jamás imaginé que, en este camino, surgiría una habilidad que no había buscado ni anticipado: la mediumnidad.

A pesar de no haberlo compartido públicamente hasta hace poco, he sentido la presencia de entidades espirituales durante años, aunque no me había atrevido a llamarlo mediumnidad. En varias ocasiones, seres queridos de los consultantes se han manifestado, no como la razón principal de la consulta, sino como una necesidad de transmitir un mensaje importante. Esto sucedió más de una vez: personas que llegaban buscando ayuda en un área específica de sus vidas, pero que recibían un mensaje espiritual inesperado de un ser querido ya fallecido.

Una Experiencia Que Cambió Todo

Aunque ya había vivido experiencias de este tipo, hubo una que marcó la diferencia. Durante una sesión, una presencia de un ser trascendido se manifestó de manera clara y contundente. No era solo una sensación etérea o una intuición vaga; era una energía fuerte, casi palpable, con una necesidad urgente de ser escuchada.

Mientras mi consultante hablaba, sentí cómo una oleada de emociones ajenas invadía mi cuerpo. Un escalofrío recorrió mi piel, como si alguien invisible hubiese susurrado un mensaje en mi oído. La energía comenzó a transmitir detalles muy personales de su propia vida, habló de una profunda tristeza que percibía en la persona frente a mí y de un proyecto que siempre había postergado. Cada palabra resonaba con una certeza imposible de ignorar. Todo esto con el propósito de demostrar que realmente era él quien se manifestaba.

Sin embargo, esa vez ocurrió algo que nunca había experimentado: en lugar de recibir el mensaje con apertura, la persona en consulta se sintió incómoda y comenzó a exigir pruebas más concretas. Su escepticismo era comprensible, pero también sentí que algo en la energía de la entidad cambió. No era enojo en términos humanos, sino una sensación de frustración, como si aquel ser intentara con todas sus fuerzas ser reconocido y no lo lograra.

La Reacción de los Consultantes y las Entidades Espirituales

Es natural que los consultantes busquen validar la autenticidad de los mensajes recibidos, realizando preguntas específicas o solicitando detalles más concretos. Sin embargo, es esencial comprender que las entidades espirituales pueden sentirse incomprendidas o incluso ofendidas cuando se cuestiona la veracidad de su comunicación. En experiencias compartidas dentro de comunidades espirituales, se menciona que las entidades transmiten información que consideran suficiente para ser reconocidas, y el escepticismo puede generar una desconexión en la comunicación.

En ese momento, algo dentro de mí cambió. La consulta pasó a segundo plano porque lo que estaba experimentando era tan intenso que no podía ignorarlo. Me di cuenta de que lo verdaderamente importante no era la validación de la persona en consulta, sino el mensaje urgente que la entidad intentaba transmitir. Fue en ese instante que comprendí, con absoluta claridad, que este don no era una posibilidad, sino una realidad.

La Mediumnidad Como Una Puerta Abierta

La mediumnidad no se experimenta de la misma manera por todos los médiums. Algunos tienen visiones claras, mientras que otros, como es mi caso, perciben a través de sensaciones, palabras, imágenes difusas y emociones ajenas, que, aunque no me pertenecen, son innegablemente auténticas.

La mayoría de las personas que han recibido estos mensajes lo han hecho con gratitud y apertura. Sin embargo, en ocasiones, como sucedió en esta consulta, surgen dudas comprensibles, lo que puede cambiar la energía de la entidad. Esta experiencia me llevó a reflexionar sobre la importancia de la confianza y la disposición de los consultantes en estos encuentros. Las entidades no buscan probar su existencia, sino transmitir un mensaje que aporte sanación, cierre de ciclos y paz. Sin embargo, cuando se cuestiona su presencia, la comunicación puede volverse más densa y, en ocasiones, percibirse una energía de incomodidad o frustración.

Un Don Que No Busqué, Pero Que Acepto Con Gratitud

A lo largo de los años, he acompañado a muchas personas que llegaban buscando ayuda para crecer personalmente, sin esperar recibir mensajes de seres queridos. Sin embargo, cada vez más frecuentemente, estos mensajes espirituales se manifiestan de manera espontánea. No busco que me consulten como médium, ya que mi labor sigue enfocada en el crecimiento personal y la sanación emocional. No obstante, ahora sé que la mediumnidad ha llegado a mi vida para quedarse, y cuando sea necesario, cuando la energía lo permita y el mensaje sea claro, estaré aquí para transmitirlo.

Entiendo que estas experiencias pueden generar preguntas e incluso escepticismo, pero mi labor no es convencer, sino transmitir con respeto y autenticidad lo que recibo. Si este don se ha manifestado en mí, es para facilitar una comunicación amorosa y respetuosa con quienes ya no están en este plano.

Este camino, aunque no siempre fácil, es un regalo. Y hoy, después de tantas experiencias, elijo aceptarlo con respeto, gratitud y el compromiso de seguir acompañando a quienes lo necesiten, tanto en su crecimiento personal como en los mensajes inesperados que puedan llegar durante el proceso.

Nota importante: No realizo consultas exclusivamente para la mediumnidad. Mi trabajo sigue centrado en la ayuda al crecimiento personal. Sin embargo, sé que esta nueva puerta se abrirá en mis sesiones, siempre que sea necesario y para quienes estén dispuestos a recibir el mensaje.

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